Mucho se ha escrito con el asunto del sueldo de los políticos municipales. La ciudadanía en general está hecha un lío. Ya no sabe si un político cobra mucho, muchísimo o demasiado. Empleo estos calificativos, puesto que lo que trasciende al ciudadano no da opción a pensar otra cosa.
Sin embargo, creo que los hay que cobran poco para el trabajo que realizan, y los que cobran mucho para lo poco que hacen (no se admite: prometer, eso no es trabajo). En fin, como la vida misma.
Ya saben, porque así se ha informado, que hay distintas tablas salariales dependiendo del cargo que se ostente dentro de una corporación municipal. Que si Alcalde, que si Teniente de Alcalde…, así vamos bajando hasta llegar al Concejal sin dedicación exclusiva.
Al abordar el tema de la subida salarial hay que tener en cuenta, sin olvidar el tema de la peligrosidad, básicamente, y en mi opinión, dos factores: responsabilidad y dedicación. Se debería de informar también sobre esos aspectos. En tal caso, quizá a los contribuyentes no nos parecería tan desorbitada la subida de honorarios. Y, en todo caso, la relación: sueldo-gestión, sería cuestión a tener en cuenta para próximas elecciones.
Si este tema nos preocupa, y así debe ser, vigilemos que desarrollen su actividad política con esmero y dedicación. Que tengan un salario acorde con su posición de servidor público, parece más plausible que estar pendientes de su sueldo sin valorar nada más. Si tiene que haber una subida salarial, que se explique sin complejos y, tras el exigible consenso de todas las fuerzas políticas implicadas, se sienten las bases para que las siguientes subidas se realicen dentro de unos parámetros lógicos y solidarios. Siempre será preferible cargos públicos suficientemente pagados y que hagan su trabajo, a mal pagados y que no hagan nada. Esto es válido desde el Alcalde, al Concejal sin dedicación exclusiva, que por cierto, si no tiene dedicación exclusiva hay que procurar que todos tengan dedicación completa, o que en las próximas listas electorales nos informen sobre qué tipo de dedicación está dispuesto a ofrecer al electorado.
Hasta aquí, lo que se refiere a los políticos que cobran. Pero (siempre hay un pero), estos temas van aumentando a medida que, como es lógico, los ciudadanos vamos opinando. Y lo que sería un asunto delimitado a una corporación municipal, resulta que se extrapola a toda la acción política. Una ciudad como la nuestra exige de muchas personas que políticamente están implicadas. Así que hay que decir que, aunque no lo crean, hay muchos vecinos y vecinas nuestros que, con una dedicación importante, están inmersos en todo el quehacer político de la ciudad.
En la Junta de Distrito a la que pertenece su barrio, sin ir más lejos, está usted representado por estas personas en: comisiones, consejos políticos y plenos. ¿Podrá un político no cobrar nada? ¿Hay en nuestras ciudades y pueblos personas que dediquen horas a temas de política por la cara? Desde luego que las hay, pero eso no es noticia.
Lástima.
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