viernes, 28 de octubre de 2011

EL PGOU, LOS DISTRITOS y LOS REYES MAGOS

            Recuerdo haber leído un artículo en el que su autor Dixon Moya, diplomático colombiano con inquietudes literarias, proponía, con bastante sostén, que el extinto S. XX, fuese recordado como el Siglo de las Siglas. Fundamentaba su propuesta en que ya tuvimos un Siglo de las Luces, dado que se emergía de épocas de oscuridad e ignorancia hacia una nueva etapa iluminada por la razón, la ciencia y el respeto a la humanidad, y un Siglo de Oro de la Literatura Española (que en realidad fueron dos el XVI y el XVII), por el enorme prestigio alcanzado por las Artes y las Letras españolas. Por tanto, la propuesta de denominación para el S. XX, como Siglo de las Siglas no parece fuera de lugar, puesto que durante este período se ha producido más información que la acumulada en todas las épocas de la humanidad. De ahí la necesidad de simplificar, de abreviar los nombres y mensajes.
            Reconozcamos que, casi sin darnos cuenta, convivimos con todo tipo de abreviaturas que entendemos perfectamente en gran parte de los casos. Por hacer referencia a algunas de ellas que nos quedan muy cercanas, podemos referirnos a EMASA,  la EMT,  a LIMASA, al PGOU, a PARCEMASA, etcétera. Desde luego es un sistema genial para retener información. Primero se da cumplida explicación sobre lo que significan, y, a partir de ahí, la reconocemos por sus siglas.
            En estos días muchos ciudadanos y ciudadanas de Málaga han asistido a convocatorias en sus Distritos atraídos por un acrónimo: El PGOU. Se han convocado, de forma ordinaria, o extraordinaria, a los vecinos y colectivos para informar sobre el PGOU. Textualmente unos de los puntos del día, o el punto único de las convocatorias, venía a decir -distrito arriba, distrito abajo-, lo siguiente: “Información sobre el PGOU (Plan General de Ordenación Urbana)”. Lo de la aclaración sobre lo que significan las iniciales del Plan no está mal. De no haberla hecho alguien podría pensar que la cita municipal era para que le explicaran sobre el “Porqué Generalmente se Olvidan de Usted” (PGOU). Pero no, no era para eso, y con la explicación no cabía duda. Según el anuncio se iba a informar sobre la ordenación urbana. Y aquí es dónde me gustaría hacer algunas consideraciones.
Por favor, hay que ser más serios. No se puede citar al vecindario para decirles que van a ser informados de algo, y luego resulta que lo que pretendían era oír las propuestas vecinales. En qué quedamos. ¿Somos los ciudadanos los que debemos ser informados, o pasamos a ser los informadores?
            El concejal de Participación Ciudadana del Equipo de Gobierno de nuestro Ayuntamiento, o lo que es lo mismo; el Sr. Alcalde, sigue sin entender qué significa la aportación vecinal. No creo que su grado de desconocimiento sobre el funcionamiento de los Distritos, llegue a tales extremos que no sepa que en ellos existen comisiones de trabajo. Entre ellas, claro, la de Urbanismo. En esos foros es donde los vecinos y vecinas expresan qué modelo de barrio quieren y cuáles son sus carencias. Lo van haciendo sistemáticamente en cada legislatura. Por eso hay que convocarlas mensualmente, tal y como establece el actual Reglamento de Participación Ciudadana. Cuestión que, por cierto, no se realiza en prácticamente ninguno de ellos. Si se hubiesen hecho los deberes en nuestros barrios, ahora no tendría que ir haciendo ese paripé de recogida de información de los colectivos y personas para elaborar un PGOU.
Nuestro Alcalde nos ha enviado a tres personas para que tomaran nota (sobre un papel; nada de planos, ojo), de lo que cada vecino o colectivo deseaba para su barrio. O mejor dicho, tomaron nota de lo que sobre la marcha estos recordaban haber manifestado en comisiones anteriores. Con todos mis respetos para los enviados, pero el Alcalde los ha convertido en los Reyes Magos del PGOU. Ni ellos ni nosotros merecíamos esto.
            Es fundamental contar con las aportaciones vecinales. Pero hay que hacerlo con todas sus consecuencias. Se les debe convocar de forma que no haya duda del por qué, y para qué. Con todo, y a pesar de que la convocatoria no daba a entender que tendrían que ser los vecinos quienes tenían que informar, hubo algunas intervenciones. La mayoría de ellas insistiendo sobre viejas reivindicaciones. Lógico. Los silencios, cuando no las protestas, dieron la medida del grado de sorpresa que se vivió en los distritos ante el cambio de papeles de última hora.
            A los ciudadanos nos preocupa, por supuesto, hacia qué tipo de ciudad apuntamos, la movilidad sostenible, la calidad de vida, la ciudad educadora, la integración racial, los espacios de ocio y deportivos, etc. Pero, cómo opinar sobre algo que no se conoce un mínimo avance. Cómo reivindicar zonas verdes o deportivas sin saber si existe suelo disponible para ello. Ya sabemos que se tiene que abrir un plazo de alegaciones una vez elaborado el nuevo PGOU. No es esa la cuestión. Con la convocatoria por Distritos sobre el Plan General de Ordenación Urbana, se ha pretendido dar marchamo de participación ciudadana a una simple y torpe convocatoria que ilusionó en su anuncio, pero decepcionó en su desarrollo.
            Dónde dice usted que quiere el jardín. No se preocupe los técnicos ya han tomado nota.
Los vecinos también.

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