martes, 18 de octubre de 2011

A LA TERCERA… LA VENCIDA

               Ya me quedé con las ganas de escribir sobre un grupo musical que en una de sus canciones decían algo así como: “matarile al maricón”. Del nombre de ese grupo no tengo ni idea. Ni falta que me hace. Luego me enteré que una folclórica le pegó una bronca de mil pares de vatios a un espectador, porque éste la estaba grabando en vídeo. Pero mientras actuaba. No crea que era en el water closet. Además la regañina no fue a toro pasado, que va, fue en vivo y en directo. Hay que joderse. Imagínense que asistimos a  un  concierto y el artista se dirige a nosotros -y de paso para que lo oigan los mil doscientos asistentes más-, diciéndonos: “Oye tú... Sí tú, el gordito. Deja la cámara en la silla, y dame la cinta  que aquí no está permitido grabar”. Vamos, vamos, eso me pasa a mí y soy capaz de morirme, o de volverme loco gritando que, por fin, me pude sacar la cámara que se me había metido en el ojo. No sé.
            Pues bien, esas dos ocasiones las dejé pasar, más que nada porque ni el grupo, ni la folclórica se merecían que me tirara un rato escribiendo sobre ellos. Así que, no sin cierto sentimiento de culpabilidad, logré olvidarme del asunto. Pero hete aquí que, el otro día abro el periódico y me encuentro con la siguiente noticia: “Un grupo musical reclama en un concierto que maten a militantes del PP”. Lo que faltaba. Miren ustedes, de eso ni mijita. Vamos ni del PP, ni del PSOE, ni de IU... Ni de ninguna parte, condición, ideología, raza, sexo, o cualesquiera que sean las diferencias, que tan iguales nos hacen cuando nos vamos con los pies por delante.
Como comprenderán, dejar pasar una oportunidad, vale. Dos, ya se hace un pelín duro. Pero la tercera sería, poco más o menos, que convertirse en cómplice. Y por ahí no arde el puro.
Hay quien confunde la velocidad con el tocino con una facilidad pasmosa. Cuando se sube a un escenario, no es para aprovecharse de la situación micrófono en mano. Hay que tener muy claro  porqué y para qué se está sobre el entarimado. Les aseguro que las actuaciones musicales no están para ridiculizar al público, ni incitar a la violencia. Lo que ocurre, y esto ya no es tan conocido, es que actuar en directo y llegar al respetable, es muy difícil. Hay que tener una preparación especial para aguantar toda la presión que la gente te mete en el cuerpo, y saber mantenerse inalterable ante problemas que, fácilmente, se pueden presentar durante una actuación: pitidos de micrófonos, acoples de instrumentos, cambios de ecualización, afonía, instrumentos que se desafinan, cansancio, etc. Por lo visto, a algunos no les importa utilizar cualquier estrategia con tal de alcanzar o mantener un poquito de fama. Para el primero de los casos no es impedimento utilizar el recurso de letras de canciones con contenido violento,  actuar con los pechos fuera, o con el culo al aire si hace falta. En el segundo, llegan a endiosarse de tal forma que son incapaces de sacar adelante un concierto que se les ponga cuesta arriba, y claro, la solución es: culpar al señor de la tercera fila.
En fin, qué les voy a contar a ustedes que no hayan visto u oído ya. Afortunadamente la música pasa de este tipo de gente y tiene otras finalidades. A través de ella podemos mejorar en muchos aspectos, y con ella podremos disfrutar de momentos muy intensos. Es innegable el poder que ejerce la música sobre nosotros, así que, hay que ponerles difícil la cosa a aquellos que quieren utilizar el escenario de la plaza del pueblo para hacer sus reivindicaciones particulares. A esos escenarios se va ha realizar un trabajo, a veces ingrato y siempre poco valorado, pero desde luego con la intención de que la gente disfrute. 
Les decía al principio que no tengo ni idea del nombre del grupo que berreaba eso  de “matarile...”. Del nombre de la folclórica sí me acuerdo pero, se “mantoja” irrelevante mencionarlo. Sin embargo, no me resisto a desvelar el de esos que propugnan violencia desde el escenario. Se hacen llamar, Los Tarugos.
Nunca la elección de un nombre fue tan acertada.

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