jueves, 13 de octubre de 2011

EL DIPUTADO, EL PER, Y EL SICARIO MAJARÓN

            Las prisas no son buenas consejeras… Cuenta hasta diez antes de… En fin, ya saben todas esas cosas que nos advierten de que meditemos aquello que nos hemos propuesto acometer. Y, por una vez, estoy haciendo caso de esa sana recomendación.
            Resulta que desde que leí las declaraciones del aragonés emigrado a Cataluña, José Antonio Durán i Lleida, he tenido que ir reprimiéndome para no caer en redactar algo que, seguro, al final me habría arrepentido de escribir. Casi caigo en la trampa. Me he librado por los pelos. O quizá se ha librado él de recibir, otra más, una serie de improperios ganados a pulso. Pero no. Mira, Durán i Lleida, no ofende quien quiere, sino quien puede. Y tú no puedes. Majarón.
            Ya saben que el político catalán ha dicho: “en otros sitios de España, reciben un PER para pasar una mañana o toda la jornada en el bar del pueblo”. Y después, para intentar arreglar el asunto, añade: “No me meto con el pueblo andaluz, ni contra ningún pueblo del Estado Español..."
Ya hay quien ha tildado esa desafortunada frase de imbecilidad. Yo no diría tanto, y ni mucho menos, lo contrario. Pero me preocupa la frase del inquilino ocasional del hotel Palace de Madrid (mínimo 255 euros la noche, que pagamos entre todos), pero no la que ha levantado tanta polvareda. Estoy seguro de que al Señor Durán, le sentó mal uno de esos pantagruélicos desayunos que se pega en la habitación del hotel (lo de ir al restaurante del hotel es para gente más humilde). O dejó el minibar de la suite vacío. Qué se yo. Sea lo que fuere, algo no le cayó bien, y dijo eso del PER y del bar. Que es mentira y no merece ser comentado. Y, en última instancia, qué coño, cada uno se gasta sus miserias en donde le da la gana.
            Resulta más ofensiva, y no precisamente para los andaluces, la que dijo a continuación: "Solo defiendo lo que es nuestro, para eso me pagan, para eso me han elegido".  Así que, los que tendrían que estar realmente indignados, con este aprendiz de marqués, son los propios catalanes. Afirma que lo han contratado para decir estas barbaridades. Es cierto que recibió muchos aplausos por esa intervención. Sin duda,  de gente de su misma calaña. Pero esos han quedado como los aplausos de la vergüenza. Que, al igual que las fotos, a lo largo de historia ha habido, y muchos.
            Yo me quiero referir a esos otros catalanes. A la inmensa mayoría de gente de bien de esa magnífica tierra. Sean hijos, o no, de aquellos emigrantes andaluces que tanto ayudaron, y están ayudando a esa región. Seguro que ninguno de los votantes de CIU ha elegido a este sujeto, para que defienda sus intereses pisoteando a otra gente. Eso es política de balones fuera. Este país, y por tanto también Cataluña, necesita de políticos de altura y de contacto con el ciudadano. Es más digno tomar café en un bar, con la gente de la calle y pagarlo de tu bolsillo, que cruasanes con mermelada escondido tras el batín de la suite junior del Palace, y que te lo paguen los demás.
 Ninguna persona, en su sano juicio, contrataría a alguien para aniquilar y desvirtuar realidades, haciendo declaraciones más propias de la barra de un puticlú que de un acto político. Por mucha similitud que, a veces, algunos con su proceder consigan entre lo uno y lo otro.
            No. Los catalanes no contratan sicarios. Ni siquiera a los que están majarones.

1 comentario:

  1. Tengo un amigo que un buen día me dijo :” de política y de futbol no hablo nunca con mis amigos”, gracias a este comentario-aviso-puntualización, hoy seguimos siendo capaces de hablar, de reírnos y de compartir alguna que otra cena. Y sí, el tema es que tenemos ideas i /o puntos de vista totalmente opuestos y son muy distintos los colores que nos hacen vibrar.
    El señor Duran ha sido poco afortunado en sus declaraciones, que narices, muy poco, aunque si eso es lo que piensa, pues que lo diga, al fin y al cabo son declaraciones para alimentar titulares, carnaza para la prensa. Y lo que me preocupa, no es lo que diga sino lo que ello puede llegar a representar para la gente de a pie (grupo del que, por suerte, formo parte) y la interpretación que de ello se haga y la importancia que se le dé. He escuchado a lo largo de mi vida muchos comentarios desafortunados referidos a mi tierra y, aunque me hayan hecho hervir la sangre, he procurado (y creo haberlo logrado) no hacerlo repercutir en mi opinión sobre los ciudadanos de a pie que viven, trabajan o proceden de la misma tierra que esos hombres y mujeres que han elegido las palabras fáciles para deshonrar a un pueblo.
    Los políticos de hoy en dia (al menos lo que salen en los titulares) son grandes demagogos, huyamos de ellos, no dejemos que nos afecten (aunque, hay que jorobarse, sean los que dirigen nuestro país, en un banco o en otro del hemiciclo), sigamos creyendo en las gentes, dejemos que funciones el boca a oreja, y si, contemos hasta diez, y si hace falta hasta 20 pero….. pasados esos segundos en que se tarda en contar, opinemos.Opinemos y debatamos, a ver si un día nos leen los de las altas esferas y se dan cuenta de que, aquí abajo, los cafés compartidos dan para mucho.
    Me gusta la política y sigo creyendo en los políticos, los de a pie, por supuesto. Pero sobre todo, sigo creyendo en la gente, sea cual sea su procedencia y sean cuales sean los políticos de turno a los que toca hacer declaraciones.
    Ahh, por cierto, soy catalana de socarrel y nacionalista. Buenas tardes.

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