viernes, 4 de septiembre de 2015

LA RESPUESTA




Me hace gracia esta preguntita que, siempre que entramos en nuestro muro de Facebook, nos hace la paginita: “¿Qué estás pensando?”
 Normalmente la miro y le digo: A ti qué coño te importa. Pero a veces la tentación es fuerte y uno escribe cualquier chorrada. Pues bien, un día acepté el reto y puse lo que estaba pensando. Escribí: Pues ya que me preguntas (Facebook), que qué pienso, te diré que estaba pensando en lo considerad@s, atent@s, educad@s, solidari@s, simpátic@s, sensibles, empátic@s..., que somos en este medio social, pero, en nuestras relaciones personales somos así? No lo sé, que cada uno se conteste. Pero es una pena tener mucho tiempo para estar enganchado a la red y no para tomar ese en café. En compañía”.
Según los datos de “audiencia” esta reflexión tuvo 15 personas que le gustó el comentario. Cuatro personas se tomaron el trabajo de escribir algo, dos de ellas me emplazaron para tomar café (que aún está pendiente), otra que era muy bueno el comentario y otra… bueno la otra no me mandó a la mierda, supongo que por consideración (pero es muy educada ella, eh?).
Pero sí que me dio sus razones, sus muy buenas razones, para defender lo que ella consideró que era lo contrario que yo había dicho. Pero no se crean que despachó el asunto con unas líneas (que le agradecí), en el Facebook, no; lanzó un reto al final: “Un día escribiré sobre ello”. Y lo hizo. Además en un buen artículo que publicó en su blog y muro, creo recordar. Lo tituló: “Facebook una ventana al mundo”.
En esencia ella defiende las bondades de Facebook y la utilidad del mismo. Por supuesto, también es consciente de los usos malvados (ella dijo que entre los motivos para estar en la red social, también está el que “algunos entran por motivos menos honorables”, nótese que dijo: algunos. Ya saben a los tíos se les pilla rápido).
Pero ya les decía que la respuesta fue para intentar rebatir lo que yo dije. El caso es que yo no dije lo contrario que ella adujo. Ahí es donde se equivocó. Estoy totalmente de acuerdo con su argumento: Facebook, como cualquier red social, siempre va a ser beneficiosa si no pervertimos su uso. Pero tenemos que enseñarnos a usarla. No digo cómo usar la página y sus posibilidades. Digo enseñarnos a que no debemos dar una imagen distinta a como somos. No tod@s entendemos de literatura, música, física, medicina, psicología, arte, diseño, informática… Igual que no somos tod@s alt@s, rubi@s, licenciad@s, moren@s de ojos verdes…
A eso me refería yo con mi reflexión ¿Realmente somos en la realidad como nos presentamos a través de la red? Y añadí que no lo sabía.
El reto para mi amiga la escritora, fue cuando dije que: es una pena tener mucho tiempo para estar enganchado a la red y no para tomar ese en café. En compañía”. Y lo mantengo. Hay quien emplea tanto tiempo en estar sentado frente al ordenador que se pierde las bondades de las relaciones sociales directas.
Venga, levántate (levantémonos) y vamos a tomar café (solo o descafeinado) y mostremos nuestra sonrisa en directo. Así veremos que, afortunadamente, la mayoría de la gente que nos relacionamos por la red, sí somos como decimos que somos, o mejores aún.
Yo por lo menos, qué coño!

                       


                                                                                                          Luis Navajas

No hay comentarios:

Publicar un comentario