Buenas Tardes, gracias por su
asistencia a esta presentación del libro
MIENTRAS SUEÑAS, de la autora, ESPERANZA
ARCOS ORTEGA.
Igualmente,
muchas gracias a FNAC Málaga,
por facilitar que un acto tan importante para la cultura malagueña, se pueda
celebrar en sus instalaciones. Gracias a Dña.
Elena Padrón Anderica, responsable de comunicación de esta casa. Si la
cultura es fundamental para una sociedad; no lo es menos el apoyo de entidades
comerciales.
Así que, bienvenid@s
tod@s.
Me corresponde, como “padrino” del
acto, hacer la presentación de la autora. Posteriormente Esperanza, será quien
les hable de su libro ¿Quién mejor que ella para esto verdad?
Y soy el padrino de este acto porque en cuanto supe de su libro, lo
primero que hice, fue ponerme a su
disposición para hacer una presentación del mismo, y por supuesto, de
la autora.
He tenido oportunidad de asistir a varias presentaciones de libros, pero,
por los motivos que irán conociendo, este libro y esta autora, son muy especiales
para mí
Málaga es una ciudad muy dinámica;
esta realidad se la debemos única y exclusivamente a los malagueños y las
malagueñas, que se implican, como los que más, en la vida social y cultural de
su ciudad. Aquí la política no tiene nada que decir. Son –somos-, los/as malagueños/as,
los/as que velamos por nuestra cultura.
No es extraño que, prácticamente semana a semana, haya un acto cultural de
relevancia en esta ciudad. Pregones, presentación de carteles, certámenes,
memoriales…, todos estos actos dan lustre a una ciudad. Y este que nos ha
congregado hoy a todos/as nosotros/as, es uno de ellos.
Este es un acto cultural con mayúsculas, comparable a cualquier otra
manifestación cultural de nuestra ciudad. Escribir un libro es dejarse parte de
lo que uno/a es en cada página. Y todo, para contar algo. Contar cosas que nos
hagan la existencia más agradable.
A través de los libros viajamos, conocemos historias que nos conmueven,
aprendemos cosas, vamos conociendo a otras gentes y a otras culturas… No hay
duda; la mejor inversión que puede hacer
un país, es en cultura.
Por tanto, todo lo que hablemos hoy hay que enmarcarlo dentro del ámbito
de lo cultural. Un triángulo cultural en cuyos vértices están: una creadora, un
libro y la cultura. A esto nos ha convocado hoy Esperanza. Así que vamos a
ello:
Esperanza es mi prima-hermana. Y subrayo eso de “prima-hermana”, porque en
nuestra familia nos gusta hacerlo. Es como si dijésemos “Ojo, que somos más que
primos, eh?”. Pero no crean que somos menos que “hermanos”, no.
A nosotros, a los primos y primas de la familia Ortega Fernández, nos gusta
decir que “SOMOS UNA FAMILIA DE CINE”. No ya porque todas y todos somos muy
guapos/as y parecemos artistas, no. Si no porque nuestra familia (ese núcleo
familiar que 4 hermanas y un hermano, mantuvieron y mantienen unido por el
respeto y el cariño), estuvo muy ligado a las salas de cine de esta ciudad.
Nosotros nos hemos criado entre butacas de cine, vestíbulos, rollos de
películas enlatadas, montañas de pipas paladas, taquillas, sesiones continuas y
matinales…
También hemos crecido entre artistas, músicos, indios, cómicos, asesinos,
vampiros, payasos, niños prodigio," combois" (en Málaga siempre se dijo "combois" y
no cowboys) …
Hemos subido a las montañas más altas del mundo, sufrido en los desiertos
mas calurosos y nos hemos escondidos en las selvas más impenetrables.
Hemos tenido la oportunidad de vivir nuestras vidas y otras muchas que nos
proporcionaban las pantallas.
Así que no es de extrañar que entre nosotros y nosotras, haya:
Coleccionista de coches clásicos, Policía Local, Empresarias, Madrazas,
Artistas, Músicos, Criadores de Pepinos, Médicos, Funcionarios, Modelos…
Muchos malagueños en décadas pasadas entraron al cine con la entrada que
habían adquirido en las taquillas y que les facilitaron nuestras madres. Y
luego, pudieron disfrutar de la sesión continua, en la que el hermano pequeño
hacía su trabajo de “operador de cine”. Aún recuerdo el olor a carbonilla
quemada cuando iba a visitar a mi tío Antoñito a la cabina del cine Capitol o
Duque.
Ya ven, somos descendientes de una familia que, en época pasada, tenía
varias salas de cine: El Capitol en calle Mármoles. El Duque en calle San
Bartolomé. El Plus Ultra, en el llano de la Trinidad. El Tívoli, que era
únicamente de verano y estaba en la zona de Cruz de Humilladero.
Bueno, nuestra familia era la parte pobre. Los primos de nuestras madres,
eran la parte rica, los dueños, y sus primas trabajaban en ellos. Eran primos y
primas, sí, pero no eran como nosotr@s.
Aquí estamos casi la totalidad de los primos y primas de la familia Ortega
Fernández. Y estamos para apoyar a nuestra Espe. Es de rigor que dé algunos
datos de ella, para aquellos que no la conozcáis.
Esperanza nació en Málaga, en el año 1963. Siempre fue una artista, así
que eso la llevó a estudiar Diseño de Interiores y Decoración, en la Escuela
de Artes Aplicadas de nuestra ciudad. Sin embargo, ha sido con la escritura con
la que ha querido rendir homenaje a todo lo que nos rodeó a esta familia y al
amor que siente por el sétimo arte.
Ha escrito su primera novela –les aseguro que no quedará ahí la cosa.-
MIENTRAS SUEÑAS. Un acto de generosidad hacia todos/as nosotros/as, futuros
lectores, que no termina con el último punto y final del libro. No, porque los
beneficios como autora, los tiene donados a la fundación Luis Olivares de
Málaga, por la extraordinaria labor que éstos realizan cuidando a los niños y
adolescentes enfermos de cáncer.
Cuando vemos, tocamos, una novela ya impresa podríamos tener la impresión
de que ésta ha sido una cuestión fácil de culminar; pero créanme, no ha sido
así. Es un proceso largo y difícil en el que, además de la autora, también ha
tenido que superar su familia.
Esperanza, ya había hecho sus pinitos con la escritura creando cuentos,
relatos, poesía… pero el salto a la gran escritura lo ha dado con esta novela.
Novela que nació sin más pretensiones que la de colmar unas ganas de
escribir. Lo que, en ocasiones le llevaba a escribir durante muchas horas al
día. Y que han soportado de muy buen grado sus hijos y su marido, porque, a
veces, cuando llegaban, la comida aún no
estaba lista.
Pero el caso era escribir y explorar ese nuevo mundo que se iba abriendo
paso a medida que los personajes (sus personajes), iban pidiéndole protagonismo
en su novela.
Me consta que, aparte del esfuerzo que supone culminar una obra como es
una Novela, Esperanza se ha divertido mucho. Aunque, también estuvo a punto de
arrojar la toalla, al ser consciente de la dificultad que entraña publicar una
novela. Hubo muchas veces que se preguntó: ¿Y ahora, cuando la termine, qué?
Las editoriales, no están por la labor y todas aquellas puertas que le
iban abriendo sus personajes, las iban cerrando las editoriales. Ya, ya sabemos
que las novelas se pueden presentar a concursos, pero como ella misma dice: “cuando lees la letra pequeña de las
condiciones, es casi, casi, venderle el alma al diablo”
Supongo que fue en espera de una respuesta, cuando diseñó la portada de la
novela. Esperanza, como Juan Palomo. Ya saben. A primera vista podrán creer que
es una cámara grabadora de imágenes, pero no; no es eso. Es un artilugio (como
ella misma lo define), formado por una lavadora y un horno microondas. Todo
para informarnos de que estamos ante una novela en la que el cine, los
quehaceres familiares… tienen mucho peso en la trama que se desarrolla en su
interior
Así que ésta es Esperanza Arcos Ortega, mi prima, nuestra prima. Una mujer
singular que tenemos la suerte de compartir en la intimidad, y ahora, ustedes
tienen la suerte de conocer, en persona y por su libro.
Queridos/as amigos/as, os dejo con Esperanza Arcos Ortega, y su novela
MIENTRAS SUEÑAS.
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