Tuve
la suerte de compartir unos años con Rafael Fuentes, en la noble tarea de
trabajar por tu ciudad como concejales del Excmo. Ayuntamiento de Málaga. Por
tanto, si de aquí en adelante cree que no soy objetivo; sepa que ni lo
pretendo. Pero sí quiero ser fiel en el relato de todo lo que significa
trabajar con Rafa. Y, por supuesto, de lo que hizo por nuestra ciudad.
A Rafa Fuentes le tocó ser el portavoz del grupo municipal socialista, en
aquellos convulsos años de movimientos de concejales/as. Afrontó el reto sin
pensarlo dos veces, asumiendo todo lo bueno y lo malo de la gestión de un grupo
con doce concejales/as (legislatura 2007-2011). Posiblemente yo fuese una de
las personas que más haya discutido con él. A veces por diferencias en la forma
de gestionar cualquier asunto que se tratara dentro de nuestras
responsabilidades. A veces, porque su capacidad de trabajo, obliga a hilar muy
fino y durante muchas horas. Por tanto, sé de lo que escribo. Nunca impuso su
criterio y todo se trataba en reuniones de grupo. De ningún modo tuvo empacho
en incorporar cualquier argumento que le mayoría hubiese decidido incluir en la
tarea que nos competía. Siempre asumió lo que el consenso había decidido. A
veces le tocó defender posturas muy incómodas, pero siempre estaba ahí; dando
la cara por un PSOE que se lo requería. Junto a su dirección (que no bajo su
dirección), el grupo tomó otros aires y nuevas ilusiones. El ambiente
de trabajo se hizo más respirable. Sin duda, porque el carácter de Rafa
fomenta este tipo de relaciones.
Junto a él, aquel grupo municipal socialista escribió algunas de sus mejores
páginas. La gestión que se realizaba tenía sus frutos en la ciudad y, pese a
las dificultades, se puso muchas veces contra las cuerdas al equipo de gobierno
del Partido Popular. Luego, por motivos que no vienen al caso, fuimos
defenestrados (unos más que otros), por una dirección del PSOE, que convirtió a
este partido en un ente extraño para muchos/as malagueños/as. Y, así nos va.
Y ahora, Rafael Fuentes ha vuelto a aceptar otro reto: Ser la cabeza
visible de los/as socialistas en Málaga. Y les aseguro que, sin desmerecer
otras candidaturas, es lo que necesita este PSOE. Por talante, capacidad,
preparación, ilusión…, difícilmente se le pueda superar. Rafael sabe lo que es
trabajar desde todos los niveles del PSOE. Nunca lo hizo en clave interna (que
es un eufemismo para decir que, especialmente, se trabaja para uno mismo). Todo
lo hace por la militancia y por los/as ciudadanos/as.
Les decía que he compartido mucho con Rafael Fuentes. No ha habido colectivo,
asociación, agrupación de empresarios/as, cofradías, peñas, vecinos/as…, que no se
haya visitado. Y es que ni se imaginan lo conocido que es entre todos los
colectivos de nuestra ciudad y gran parte de la provincia. Rafa conoce calles,
barrios, distritos, pueblos… Esto es una realidad difícilmente superable. Se
necesitan muchos años de pateo para llegar a ello. Rafa, los tiene.
Ahora la militancia tiene la responsabilidad y el deber de elegir a un/a
Secretario/a General. Y tiene que hacerlo tras un proceso de información y
reflexión, desde la libertad y sin presiones interesadas. Rafael Fuentes no
solo será un magnífico representante de los/as socialistas malagueños/as. Será el reflejo
de toda una sociedad que está esperando ese cambio que Rafa significa.
Suerte a la militancia en este proceso.
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