jueves, 15 de marzo de 2012

BREVICULOS

Pues miren por donde, yo pensaba que la palabra brevículo, como tal, no existía; pero resulta que sí. Al menos en su singular. “breviculo quidem tempore refectos ociter reducunt.”. Dijo, Lucio Apuleyo, en La Metamorfosis o El Asno de Oro. Pero no, no van por ahí los tiros. Como dice un amigo mío: Luis el Latín, tampoco es lo tuyo.
Yo me refiero a que creí haberme inventado un palabro que fuese significativo de lo que pretendía hacer. Y esto era, un artículo breve. Ya sabe, por aquello de la falta de tiempo, de que hay que currar y que para escribir, siempre hay que buscar el momento adecuado. Al menos los malos escritores como yo. Así que: Brevículo.
Como todo lo que suelo hacer, lo inicié con mucha ilusión, pero luego… Qué les voy a contar a ustedes de esto que ya no sepan, eh?
El caso es que, una de mi única seguidora en este blogs, me dio ayer un tirón de orejas por no actualizarlo más a menudo. Y yo, todo sonrojado le hablé de aquella opción del brevículo. Que, al menos en teoría, tendría más tiempo para redactarlo que un artículo algo más largo.
Así que, aquí lo dejo. Intentaré ponerme al día entre artículos y breviculos.
            Se admiten apuestas.

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