A veces. Muchas veces, la vida te dice:
“Oye, que yo estoy aquí y tú no controlas nada, por mucho que te creas el rey
del mambo”. A veces. Muchas veces, la vida te despierta dándote una torta que
te deja los dedos señalados en la mejilla. A veces. Muchas veces, tiene uno que
ponerse a escribir sobre estas bofetadas.
Francis Navajas, mi primo, nos ha
dejado. Muy joven. Hace pocas horas ha sido expulsado del equipo por una quinta
personal que no había cometido, pero que la vida se la ha endosado a él. La vida,
como los árbitros malos, se la pitó al jugador más luchador y leal. Lamentablemente,
no tendrán noticias de ello por notas en los medios deportivos. Pero se nos ha
ido un referente en el baloncesto malagueño. Mi primo Francis y su hermano,
Antonio; sin duda han sido unos pilares en el baloncesto base. Fomentaron equipos
en Churriana y fueron seguidores del baloncesto malagueño en todas sus
denominaciones y categoría. De hecho, mi hijo Álex, jugó en Unicaja por el empeño
de ellos, que muy insistentemente, me dijeron que lo llevase para una prueba.
No se pueden imaginar de la forma en
que vivía Francis su pasión por el baloncesto. Lo he visto en el antiguo
pabellón de Ciudad Jardín, solo y con un bombo, animando al Caja de Ronda. Y
digo solo y en una esquina, le daba igual que no hubiese un grupo animador,
para eso estaba él. Seguro que conocen a la charanga Los Mihitas –la que anima
al actual Unicaja-, pues Francis fue de los fundadores. Ahí ha estado siempre
animando a todo lo que fuese baloncesto.
Y seguirá haciéndolo desde donde le
corresponda (que será un lugar muy alto y privilegiado, seguro). Además, nos
deja la cantera bien asegurada con sus hijos que son unos magníficos jugadores
de baloncesto. En el equipo de El Palo, saben de lo que hablo.
Su familia y sus amigos, echaremos de
menos ese carácter bonachón de Francis. Y mucha gente que no lo conocía en
persona, también echaran en falta esos comentarios tan particulares que siempre
hacía por el Faceboock. Un “Vamooooossssss”, que semana a semana recorría, a
través de las redes, muchos países. Porque él, siempre estaba animando y con
esa frase lo decía todo.
Ahora ha cambiado de cancha de juego,
y como conocía a tanta gente del baloncesto, ya estará organizando un equipo y
su correspondiente charanga (porque Francis también era músico), en algún lugar
de esos a los que va la gente buena cuando nos deja.
Nosotros, por ahora, nos quedamos
aquí y trataremos de seguir animando al que tiene éxito, al que no, al que
tiene un bache, al que está en su mejor momento… y lo haremos de la forma que
él lo hacía; usando su fórmula.
Un beso primo y gracias por todos tus
ánimos sinceros y repartidos con bondad. Ahora estás jugando una nueva partida,
así que, vamoooooooosssssssss.
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